Un día lo soñaba, ese sueño creo de todo adolescente tiene que, cuando fuera grande cogería la maleta, compraría un boleto, se despidiera de los padres y saldría en busca de aventuras. Me fui sin pensar en mucho. Que si me gastaba todos los ahorros, que si tendría trabajo al volver, que si me pasaría algo por viajar sola. Fue más la emoción al comprar el tiquete de avión, que no pensé en nada más. ¡Y fue lo mejor que pude hacer por mi vida!
Fue un viaje que lo planeé con muchos amigos, pareja, familia y terminé haciéndolo sola ¿por qué? porque siempre habrán peros para hacer tus sueños realidad. Desde no hay tiempo, no hay dinero, no puedo, el trabajo, estoy ocupado, el otro año mejor, etc. Así que sin tantos peros decidí sacar mis ahorros del banco, comprar un par de tiquetes y emocionarme con la aventura que estaba apunto de empezar.
Estamos siempre tan condicionados a que dependemos de alguien que nos apoye, nos acompañe, nos haga sentir protegidos, nos guíen o nos muestren el camino. Pero no siempre tiene que ser así. No sé si soy más valiente, osada, arriesgada o irresponsable. Lo único que sé es que cuando te propones algo, sea como sea lo tienes que hacer realidad.
De las cosas que mas me gustan de viajar sola es la independencia que adquieres, el poder hacer lo que te plazca, manejar tus tiempos a tu antojo, se fortalece la toma de decisiones porque no hay nadie allí que te apruebe, aprendes a confiar en ti misma. El viajar sola también te permite conocer personas de todas partes del mundo que ratifican que después de todo no eres el único loco que emprende un viaje así, solo.
En el 2017 duré dos meses recorriendo siete países en Europa. Era mi primer viaje que no tenia nada planeado, al contrario iba a haciendo mi camino al andar. Estando en Madrid, revisé boletos y logré encontrar uno por 27 euros a Paris. Estando allí me dije a mi misma por qué no ir a Bruselas, estando en Bruselas fui a Brujas y así se fue dando todo poco a poco. Al final terminé recorriendo Madrid-Paris-Buselas- Brujas-Amsterdam- Berlin-Praga-Munich-Zurich- Barcelona. Donde me gustaba me quedaba más noches y replanteaba mi itinerario para el día siguiente. Jamás sentí tanta libertad y felicidad en mi vida.
Bastó solo una semana para enamorarme de todo lo que este continente tiene para ofrecer: cultura, arte, música, comida deliciosa, facilidad de viajar entre países, deporte, gente maravillosa que siempre te ofrecerán buenas conversaciones.
Fue un viaje que simplemente transformó mi manera de pensar, de ver la vida, de replantear mis prioridades, objetivos y de aprendizajes como por ejemplo que hoy en día prefiero disfrutar y conocer más despacio cada país que andar en maratones multipaises. Pero de esto ya hablaré mas adelante en otra entrada.
Para terminar, ¿Es peligroso viajar sola siendo mujer? Por fortuna nuestra, Europa es muy segura y amigable para viajar. Las medidas convencionales y universales que se deben tener presentes: no descuidar tus cosas (sobre todo en lugares muy turísticos), no cargar todo el dinero contigo, cuidar tu pasaporte, leer acerca de la ciudad a la que vas qué zonas son convenientes y cuáles no. Pero en aspectos generales puedo decir que viajar siendo mujer en Europa es muy seguro, tanto que uno suele encontrarse con muchas otras mujeres en el mismo plan que uno.
Como bien dirían por ahí, el único peligro de viajar sola es que te puede cambiar la vida.
P.D: Estuve un poco alejada del blog ya que este año estuve enfocada en otras cosas, las cuales las iré compartiendo poco a poco en cada entrada. Lo primordial tenia que ser con el hecho de que el viaje que comento en esta entrada cambió mi vida. Decidí unir todas mis energías, recursos y tiempo en regresar a Europa y acá estoy, escribiendo desde Madrid 🙂